miércoles, 26 de junio de 2013

Ay. AY. AY.

Menos mal que no te he arrojado a la basura, querida libreta mía. O peor aún, al olvido oscuro de algún cajón.

Menos mal, porque en esta puñetera, cruel y torturadora montaña rusa que es mi vida, hay subidas y bajadas. Ascensos imposibles y caídas en picado. Sin frenos ni airbag.

Yo misma me boicoteo, y ya era hora. Me canso de vivir en algo que ya no existe pero aún me das. Me cabreo y exploto. Y tengo razón, pero de poco me sirve. No me siento mejor. Me entiendes, te adaptas, me sigues. 

¿Y qué? Si ya se ha acabado, si ya hemos dejado de intentarlo.

El reto ahora es otro. El "más difícil todavía". Sin manos, sin pies... ¿sin dientes? Pero no desisto. INsisto.

Te seguiré viendo, no me iré de tu lado. Y te olvidaré. Dejaré de verte así. Nos alejaremos y todo será fácil, muy fácil.

Y volveré a enamorarme. En otra vida, en otro mundo, PERO A TU LADO. Un "a tu lado" distinto esta vez pero por el que pelearé con uñas y dientes a pesar de la incomprensión ajena. Siempre y cuando tú quieras.

No tendré que recordarte porque no dejaré que te conviertas en ideas, pensamientos, nostalgia. Seguirás siendo real, de carne y hueso (más que carne que de hueso).

Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Eso dicen. Agotaría todas las libretas del mundo conjurando esta mentira. La de nuestra futura amistad sincera. Sin dolor. Sin nada más que , mi innombrable ahora nombrable, y yo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario